¿Cuánto consume un Aparato Eléctrico?
¿Le gustaría saber cuánto consume cada electrodoméstico que usa?
En nuestro portal, podrá encontrar el gasto eléctrico medio por hora de todos los aparatos de su hogar.
Elija el electrodoméstico deseado y conozca su consumo detallado para que pueda ahorrar en la factura de la luz.
Cómo Calcular o Medir el Consumo Eléctrico de un Electrodoméstico en 3 Sencillos Pasos
Si quiere calcular el consumo eléctrico de un electrodoméstico específico en kWh o Euros, está en el portal adecuado.
Con la siguiente fórmula podrá calcular el consumo de cada uno de sus aparatos o de su vivienda:
Energia = potencia * tiempo
O lo que es lo mismo:
Energía = Potencia de su eletrodoméstico medida en Vatios (W)* Tiempo de uso del aparato eléctrico (medido en horas)
Esto le dará resultado en vatios por hora (Wh).
Deberá transformar ese valor en Kilovatios hora (kWh) que es la unidad de medida internacional del consumo eléctrico:
kWh = Wh/1000
Para finalizar, multiplique ese valor por el precio actual del kWh que tenga contratado con su compañía de la luz:
Consumo de un electrodoméstico = kWh* precio del kWh contratado
Aunque pueda parecer un cálculo complicado, vamos a ilustrarlo con un ejemplo:
Calculo del Consumo de un Electrodoméstico de 1500 W de Potencia
Energía = 1500W* 1 hora = 1500 Wh
kWh = 1500/1000 = 1.5 kWh
Consumo de un electrodoméstico = 1.5 kWh * 0.28 Euros/kWh= 0,42 Euros por hora de uso
Como alternativa, le proponemos los siguientes 2 métodos para medir el consumo energético de un aparato eléctrico:
- Utilizar una calculadora de consumo energético, que le realizará el cálculo anteriormente propuesto en segundos.
- o bien puede emplear un medidor de consumo eléctrico en su hogar. Este pequeño aparato es un sencillo gadget, similar a un enchufe, pero con un contador eléctrico en su parte superior. Para utilizarlo, simplemente conéctelo entre el enchufe y su aparato. El medidor le mostrará el valor exacto del gasto energético de su aparato mientras se usa.
Tabla de Consumo Eléctrico
En la siguiente tabla, puede consultar el consumo eléctrico en Vatios-hora (Wh) de los electrodomésticos mas comunes en nuestros hogares:




Como Ahorrar Energía Eléctrica en Casa y Reducir el Consumo de Luz
Desde el uso de cabezales de ducha económicos hasta la sustitución de la bomba de calefacción, hay muchas formas de ahorrar electricidad en casa y, por tanto, de reducir los costes y las emisiones de CO2. Con nuestros consejos para la cocina, el baño y los electrodomésticos en general, le garantizamos la reducción de la factura eléctrica.
Los datos más importantes de un vistazo
Grandes electrodomésticos ineficientes provocan un alto coste de la electricidad
Evite el consumo en Standby: apague completamente los aparatos eléctricos
Frigorífico, lavavajillas y lavadora: sólo son realmente eficientes en el programa ecológico
Teletrabajo y estudio: utilizar un portátil en lugar de un PC
Se puede ahorrar electricidad y costes en todas partes, ya sea en la cocina, el baño o la oficina en casa: se puede reducir el consumo en casi todas las áreas del hogar cambiando el comportamiento, haciendo ajustes técnicos o sustituyendo los aparatos.
El consumo de electricidad en los hogares actuales es el siguiente:
- 27% tecnología de la información y TV y audio
- 17% frigoríficos y congeladores
- 13% lavadora y secadora
- 11% cocina
- 9% iluminación
- 7% lavavajillas
- 16% otros
Para los hogares, utilizar la electricidad con moderación es especialmente útil porque el precio de la electricidad está subiendo. Y al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, incluso podemos hacer algo por el clima.
Hemos clasificado los mejores consejos para ahorrar electricidad en función de las áreas del hogar, para que su factura de la luz también pronto baje.

Ahorrar electricidad en la cocina: 7 consejos
En la cocina, puede ahorrar hasta 70 euros al año en gastos de electricidad con sólo cambiar su comportamiento:
Consejo 1: Preste atención a la capacidad de llenado de su hervidor
Un hervidor de agua es más eficiente para calentar agua que una cocina eléctrica porque se libera menos calor residual. Esto es especialmente cierto para las cantidades más pequeñas.
Si se hierve más agua de la necesaria, no sólo aumenta la demanda de energía, sino que también aumentan innecesariamente las emisiones de CO2. Si se hierve un litro de más cada día, esto provoca 16 kilogramos de CO2 al año. Puedes ahorrar una media de 10 euros al año si se asegura de utilizar la cantidad correcta de agua en tu hervidor.
Consejo: Algunos hervidores suelen apagarse muchos segundos después de hervir. Para evitar este desperdicio de energía sin sentido, debería apagar el aparato inmediatamente después de hervir, y buscar un hervidor más rápido la próxima vez que compre uno.
Consejo 2: Hornee sin precalentar – cocine con el calor residual
Son muy pocos los platos que realmente necesitan ir a un horno ya precalentado.
Por regla general, basta con encender el horno cuando entre la cazuela, la pizza o el pastel. Los tiempos de cocción varían entonces en función del horno y son algo más largos que los indicados en las recetas o en los envases de los productos ya preparados. Por otro lado, la energía utilizada se aprovecha de forma más eficiente.
El horno y, por cierto, las placas de cocción eléctricas pueden apagarse a menudo unos minutos antes de que finalice el tiempo de cocción, ya que el calor residual es suficiente para terminar la cocción o el horneado.
Consejo 3: Cocinar con tapa
Cuando cocine, utilice siempre una tapa que se ajuste exactamente a su olla. De este modo, puede reducir el consumo de energía a la mitad cuando cocine para asi ahorrar casi 30 kilogramos de CO2 y 20 euros al año.
Otros consejos para cocinar ahorrando energía:
- El diámetro de la olla puede ser ligeramente mayor que el de la placa de inducción.
- Especialmente en el caso de las placas de cocción eléctricas que reaccionan con cierta lentitud, debe bajar la temperatura de la cocina y apagarla a tiempo para aprovechar el calor residual.
- Al cocinar, utilice sólo la cantidad de agua necesaria. Si se utiliza una cocina eléctrica, es mejor calentar el agua en un hervidor de agua, ya que requiere menos energía y es más rápido, sobre todo si se trata de cantidades pequeñas.
Consejo 4: Elija un frigorífico de bajo consumo
Los frigoríficos y congeladores funcionan continuamente y, en el peor de los casos, son responsables de una cuarta parte del consumo eléctrico. Por ello, el potencial de ahorro de electricidad es especialmente alto en este caso: un aparato moderno de la mejor clase de eficiencia energética consume hasta un 50% menos de electricidad que sus colegas más antiguos.
Así que si quiere comprar un nuevo frigorífico, debe prestar atención a la eficiencia energética que aparece en la etiqueta energética. A menudo, la sustitución de un electrodoméstico que aún funciona se amortiza al cabo de pocos años debido a los costes de electricidad que se ahorran.
Sustituir un frigorífico muy poco eficiente también merece la pena en términos de balance medioambiental global: el consumo de electricidad, significativamente menor, compensa el impacto medioambiental de su fabricación. Así, un aparato nuevo y eficiente debe utilizarse durante el mayor tiempo posible; las reparaciones pueden prolongar su vida útil. Sustituir un aparato muy eficiente sólo tendría sentido si el nuevo consumiera entre un 50% y un 80% menos de electricidad.
Consejos para comprar un frigorífico:
La clase de eficiencia energética A es, en teoría, la mejor opción para los frigoríficos y congeladores. En marzo de 2021, la clasificación de las clases para las etiquetas energéticas cambió.
Desde entonces, hay clases A a G para los frigoríficos, en lugar de A+++ a D. Los frigoríficos que antes del cambio correspondían a la clase A+++ se encuentran ahora en las clases C a E.
En el momento del cambio, tampoco había frigoríficos que correspondieran a los valores de consumo de las clases A o B.
Hay diferencias incluso dentro de las mejores clases de eficiencia energética. Por lo tanto, compare las cifras de consumo.
Además, piense en el tamaño que debe tener su futuro frigorífico. Los alimentos en el frigorífico almacenan el frío. Esto significa que un frigorífico eficiente pero medio vacío consume más energía que un aparato menos eficiente pero lleno. Una orientación para el tamaño es: unos 100 litros para hogares de una o dos personas, 50 litros por cada persona adicional.
Consejo 5: Descongele el frigorífico y el congelador
Es normal que se produzca una ligera acumulación de escarcha en las paredes interiores de los frigoríficos y congeladores.
Si la escarcha se espesa o forma una capa de hielo, el consumo de electricidad aumenta. En este caso, debe descongelar el aparato, preferiblemente con regularidad, unas dos veces al año.
El funcionamiento continuado de un frigorífico de tipo glaciar provoca 25 kilogramos adicionales de CO2 y hace que los glaciares de otros lugares se derritan. Una capa de hielo de 5 milímetros aumenta el consumo eléctrico de un frigorífico en un 30% aproximadamente. Eso suma casi 8 euros al año por un aparato A+++.
Más consejos para ahorrar electricidad con su nevera:
- Contra el hielo: Guarde sus alimentos en el frigorífico sólo en un recipiente cerrado. Si no se envuelven, desprenden humedad y forman una capa de hielo más rápidamente.
- No coloque el frigorífico cerca de fuentes de calor, y el congelador en un lugar fresco si es posible. El aparato puede disipar mejor el calor generado, por lo que dura más y consume menos electricidad. Para conocer la temperatura ambiente correcta, anote la clase climática presente en la placa de características del aparato.
- No ponga el frigorífico innecesariamente frío: La temperatura de refrigeración recomendada es de 7 grados Celsius. Con los frigoríficos modernos, el ajuste más bajo suele ser suficiente. En caso de duda, basta con comprobarlo con un termómetro analógico. No es necesario que el congelador esté más frío que 18 grados bajo cero.
Consejo 6: Cierre rápidamente la puerta del frigorífico
Cada vez que se abre la puerta del frigorífico, se escapa el frío. Y cada vez, el refrigerador compensa con mucha energía. En un hogar medio, las puertas abiertas de los frigoríficos producen unos 12 kilogramos de CO2 innecesarios cada año. Esto cuesta unos 8 euros al año en la factura de la luz.
Nuestros consejos:
- Piense antes lo que quieres sacar de la nevera y abra la puerta sólo brevemente.
- Cierre la puerta de la nevera cada vez que la abras, incluso si saca la comida varias veces seguidas. Así se escapará el menor frío posible.
- Guarde también el suministro de zumo en el frigorífico: Al igual que ocurre con la refrigeración de las baterías en una nevera, los artículos del frigorífico también almacenan frío, y lo transmiten a su entorno. Cuanto más lleno esté el frigorífico, menos potencia de refrigeración tendrá que proporcionar el aparato una vez abierto.
- No mire en la nevera por aburrimiento: si no ha hecho la compra, no habrá cambiado nada en el contenido.
Consejo 7: Poner fuera de servicio los frigoríficos extra
Los arcones y congeladores o frigoríficos secundarios del sótano suelen funcionar todo el año, pero pueden ser prescindibles. A menudo se utilizan aparatos completamente anticuados o sobredimensionados, que contribuyen de forma inadvertida a la elevada factura de electricidad.
En este caso, vale la pena cuestionar las propias necesidades de refrigeración y congelación y, si es necesario, apagar los aparatos o hacer que se eliminen profesionalmente de inmediato.
Apagar un congelador antiguo de gran tamaño puede ahorrar hasta 580 kilovatios hora de electricidad al año, el equivalente a casi 185 euros.

Baño y calentamiento del agua: 10 consejos para ahorrar electricidad
Las lavadoras y las secadoras están entre los electrodomésticos que más energía consumen. Unos cuantos trucos pueden ahorrar mucha energía y, por tanto, dinero. Pero incluso el suministro de agua caliente -de forma centralizada a través del sistema de calefacción o descentralizada mediante calderas o calentadores de agua instantáneos- consume electricidad. Estos son nuestros consejos para ahorrar electricidad en el baño y en el uso del agua caliente.
Consejo 1: Utilice una lavadora con conexión de agua caliente
Muchas lavadoras y lavavajillas también pueden conectarse directamente al suministro de agua caliente.
Especialmente con tuberías de agua caliente cortas y una preparación de agua caliente especialmente eficiente desde el punto de vista energético, esta medida merece la pena, por ejemplo con un sistema de energía solar térmica: se emiten 47 kilogramos menos de CO2 al año.
Si utiliza gas para calentar el agua caliente, puedes ahorrar hasta un 25% de los costes de electricidad de cada ciclo de lavado, lo que supone unos 32 euros al año. El requisito es que se lave regularmente a altas temperaturas.
Consejos para su aplicación:
- Si su lavadora no tiene una conexión de agua caliente integrada, pregunte al fabricante si, a pesar de todo, no está diseñada para suministrar agua caliente; suele ser el caso. Sea muy minucioso al respecto, porque si la lavadora no está diseñada para suministrar agua caliente, dañará el aparato.
- Si es necesario, instale un lastre que mezcle agua caliente y fría en la manguera de suministro para proporcionar a la máquina agua a la temperatura adecuada.
- A la hora de comprar una nueva lavadora: si tiene tuberías de agua caliente cortas y una producción de agua caliente especialmente eficiente desde el punto de vista energético, por ejemplo mediante energía solar térmica, debería elegir una lavadora con conexión de agua caliente integrada. Esto le ahorrará el coste de un lastre externo.
- Los lavavajillas también pueden conectarse a la red de agua caliente sanitaria en las condiciones mencionadas.
- Para una eficiencia óptima, la tubería de agua caliente debe estar aislada.
Consejo 2: Lavar sin prelavado
El prelavado es superfluo. Especialmente en el caso de tejidos como la ropa de cama o las toallas, la suciedad no suele ser tan intensa como para tener que realizar el prelavado antes del lavado principal.
El lavado sin prelavado evita 11 kilogramos de CO2 y ahorra 7 euros al año por tres lavados semanales.
Consejo 3: lavar a 30 °C
Con las lavadoras y los detergentes modernos, la ropa no sólo queda limpia sin necesidad de prelavado, sino que normalmente lo hace con menos agua caliente. Esto ahorra energía, ya que más de tres cuartas partes se destinan a calentar el agua para un ciclo de lavado.
Si hace dos lavados a la semana a 30 grados centígrados en lugar de 60, puede ahorrar 17 euros en gastos de electricidad.
Consejo 4: Secar la ropa al aire libre
No importa la frecuencia de uso de la lavadora: Siempre es más eficiente desde el punto de vista energético secar la ropa en un tendedero o una cuerda en lugar de en la secadora.
Una secadora emite hasta 85 kilogramos de CO2 a lo largo de un año, para algo que el aire puede hacer por ti de forma climáticamente neutra.
Al no utilizar la secadora, también se ahorra un gasto de electricidad de unos 55 euros al año. Eso es suficiente para comprar un nuevo tendedero o una cuerda para tender la ropa.
Si no puede prescindir de una secadora, busque una de clase de eficiencia A, con la ropa bien centrifugada y una carga completa en la máquina. Las secadoras modernas con tecnología de bomba de calor utilizan sólo la mitad de energía que las secadoras convencionales.
Consejo 5: Utiliza los programas ecológicos
En las lavadoras y lavavajillas, la mayor parte de la energía se destina a calentar el agua. Por lo tanto, a pesar del mayor tiempo de funcionamiento, los programas ecológicos utilizan menos energía: el agua se calienta mucho menos, e incluso se utiliza menos agua en general. En su lugar, el agua y el detergente tienen más tiempo para actuar, y un centrifugado más largo a través del agua de lavado y aclarado garantiza una ropa higiénicamente limpia.
En comparación con otros programas más largos, puede ahorrar 33 euros y 48 kilogramos de CO2 al año si utiliza sistemáticamente el programa eco. Cada tres meses debes limpiar el aparato o pasarlo por calor para eliminar los gérmenes, la lavadora con ropa de cama a 90º C, por ejemplo.
Consejo 6: Instale un cabezal de ducha de bajo caudal y un limitador de flujo
Si calienta el agua con electricidad, debe hacer una cosa muy sencilla: utilizar menos agua caliente. Los limitadores de caudal en el baño y la cocina pueden ayudar:
Los limitadores de caudal ya están disponibles por unos pocos euros en cualquier ferretería. Mezclan aire en el chorro de agua para que efectivamente salga menos agua por minuto del grifo o de la ducha sin que el chorro se debilite.
Consejo 7: Temporizador para el depósito de agua caliente
En un depósito de agua caliente, el agua se calienta a una temperatura preestablecida, se almacena temporalmente y se mantiene caliente, aunque el grifo de agua caliente no esté abierto todo el día. Esto desperdicia mucha energía y produce CO2.
Especialmente si todavía existen antiguos dispositivos bajo el fregadero para el almacenamiento de agua caliente, tiene sentido comprobar cuidadosamente la demanda de agua caliente y ajustar las circunstancias:
Si el agua caliente no se necesita o se necesita muy poco, el acumulador debe estar apagado, por ejemplo en el aseo de invitados, en el garaje o en la habitación de la casa. Al lavarse las manos, por ejemplo, la temperatura del agua no es importante.
Se pueden utilizar temporizadores o un termostato en las habitaciones en las que sólo se necesita agua caliente a determinadas horas. De este modo, puede ahorrar 16 euros al año en gastos de electricidad.
En la medida de lo posible, debería sustituir los depósitos de agua caliente por calentadores de agua instantáneos controlados electrónicamente. Los calentadores de agua instantáneos sólo calientan el agua cuando realmente se necesita y, por lo tanto, son más eficientes desde el punto de vista energético que los acumuladores que se calientan con frecuencia.
Consejo 8: Reduzca la temperatura del agua caliente
Lo que se aplica a la cantidad de agua caliente también se aplica a la temperatura: cuanto menos o más baja, mejor. Con un acumulador de agua bajo el fregadero o un calentador de agua instantáneo electrónico, puedes ajustar la temperatura del agua según sus necesidades.
Para el agua caliente en el baño y la cocina, 60 grados centígrados son perfectamente adecuados. A modo de comparación: el agua caliente del baño suele tener sólo unos 40 grados.
De este modo, el consumo de electricidad puede reducirse en un diez por ciento. Otra ventaja de la temperatura reducida: el aparato se calcifica menos rápidamente.
Entonces, ¿por qué no bajar la temperatura a 40 grados?
Precaución: Para descartar el riesgo de que aparezcan bacterias de legionela peligrosas para la salud, la temperatura no debe bajar permanentemente por debajo de los 60 grados, especialmente en los acumuladores eléctricos.
Consejo 9: Tenga desconectada la circulación del agua caliente
No sólo los edificios de apartamentos, sino también las grandes casas unifamiliares con calefacción central suelen tener tuberías de circulación para el agua caliente: una bomba de circulación hace circular el agua caliente entre la caldera y los grifos, de modo que el agua caliente sale inmediatamente de la ducha y del grifo.
Sin embargo, esta comodidad consume electricidad y energía de calefacción las 24 horas del día. La bomba de circulación puede ajustarse a la programación diaria individual mediante un temporizador. Para que sólo funcione cuando se consuma realmente agua caliente.
Un hogar de 4 personas puede ahorrar 85 euros en costes de energía si se desconecta la circulación del agua caliente.
Si vive en una casa unifamiliar o adosada, debe encargar a una empresa especializada que desconecte por completo el sistema de circulación de agua caliente.
La pérdida de confort debida a esta conversión es muy pequeña: sólo tarda un poco más en salir el agua caliente. Por otro lado, el ahorro de energía y de costes es elevado: un hogar medio de 4 personas en una vivienda unifamiliar puede ahorrar unos 85 euros al año con esta medida.
Consejo 10: Bajar o sustituir la bomba de calefacción
Si el agua de su casa se calienta de forma centralizada, es muy probable que haya un gran potencial de ahorro de electricidad en la sala de calderas. Esto se debe a que cuatro de cada cinco bombas de calor están anticuadas y consumen una cantidad innecesaria de electricidad.
En primer lugar, debe comprobar si puede ajustar la potencia de su bomba de calefacción a un nivel inferior. Por regla general, la bomba de circulación sigue transportando suficiente agua caliente de la caldera a los radiadores incluso con un ajuste inferior. Si no llega suficiente calor allí, puede probar el siguiente nivel de salida más alto.
Por cierto, las bombas más antiguas suelen funcionar en los meses de verano, por lo que hay que desconectar la calefacción y la bomba por completo.
Si su bomba tiene ya muchos años, no debe esperar a que se haya rendido antes de sustituirla. Las bombas modernas y altamente eficientes consumen entre un 70% y un 80% menos de electricidad que las antiguas y, por tanto, se amortizan en pocos años. En un hogar medio de 3 personas, una bomba de circulación nueva y altamente eficiente ahorra hasta 105 euros al año en comparación con un modelo antiguo.

Ahorrar electricidad con electrodomésticos de bajo consumo: 4 consejos
Si se quiere reducir el consumo de electricidad, no se trata sólo de un comportamiento adaptado y de una tecnología económica, sino sobre todo de los aparatos domésticos. Al fin y al cabo, los grandes electrodomésticos, como el frigorífico o la lavadora, son de los que más consumen en el hogar. Por eso, merece la pena echar un vistazo a los aparatos que ahorran electricidad.
Consejo 1: Adaptar el tamaño del aparato a la demanda
Siempre es aconsejable comprar un electrodoméstico cuya capacidad útil se ajuste a sus necesidades, especialmente en el caso de los aparatos que funcionan todo el año, como los frigoríficos:
Para un frigorífico para hogares de una o dos personas, suelen ser suficientes entre 100 y 160 litros. Por cada persona adicional, debes añadir unos 50 litros.
En cuanto a los congeladores, el tamaño recomendado es de unos 20 a 30 litros por persona si sólo se congela una pequeña cantidad de caldo. Para grandes cantidades de existencias, se puede suponer que hay entre 80 y 100 litros de capacidad útil por persona.
En el caso de las lavadoras, una capacidad de 5 a 6 kilos de ropa suele ser suficiente para la mayoría de los hogares. Para los hogares más grandes, son adecuados los aparatos de hasta 8 kilogramos.
Consejo 2: Ordenador portátil en lugar de PC
¿Prefiere navegar o trabajar en un ordenador de sobremesa o con un portátil? Para la huella de carbono, este último es más favorable.
Para garantizar la mayor duración posible de la batería, los portátiles necesitan mucha menos energía: evitan hasta 27 kilogramos de CO2 al año en comparación con sus hermanos mayores. Un PC multimedia consume 75 vatios o más en funcionamiento normal, mientras que un portátil con un equipamiento y rendimiento comparables sólo necesita 30 vatios.
Bueno para la cartera: puedes ahorrar 18 euros al año cambiando a un práctico portátil. Una tableta o un teléfono móvil consumen incluso menos electricidad: los costes de electricidad de los nuevos dispositivos ascienden a unos pocos euros al año. Un iPad 6, que se carga cada dos días, provoca un gasto de electricidad de unos 4 euros al año.
Consejo: Utiliza la opción de ahorro de energía en los teléfonos móviles & co.
Puedes ajustar el modo de ahorro de energía a tus necesidades a través del panel de control: El brillo de la pantalla, el apagado automático o el modo de hibernación se configuran según tus preferencias. Esto ahorra hasta un 10% de electricidad y permite que los dispositivos funcionen más tiempo con una sola carga de batería.
Consejo 3: Maximizar la vida de los ordenadores, tabletas y smartphones
Desde el punto de vista medioambiental, tiene sentido utilizar ordenadores, portátiles y teléfonos móviles durante el mayor tiempo posible. Al fin y al cabo, es el proceso de fabricación el que causa la mayor parte del impacto medioambiental, no el uso.
Además de la elevadísima demanda de energía, la extracción de materias primas raras y el uso de productos químicos también son problemáticos. Si se eliminan correctamente, algunas de las materias primas utilizadas pueden reciclarse.
Si vende o regala su viejo ordenador, debería borrar completamente sus datos antes (es mejor sobrescribirlos varias veces en lugar de simplemente reiniciarlos o formatearlos).
Consejo: A veces ayuda instalar un sistema operativo nuevo o diferente para que el ordenador vuelva a ser más rápido. Entonces quizá no tenga que ser uno nuevo.
Consejo 4: Compruebe la clase de eficiencia energética de los nuevos electrodomésticos
Si su consumo de electricidad es demasiado elevado en comparación con el de otros hogares, es probable que los electrodomésticos grandes e ineficientes tengan parte de la culpa. Por ejemplo, ¿cuántos años tienen el frigorífico y el lavavajillas? Estos son algunos ejemplos de la cantidad de electricidad que puedes ahorrar con los electrodomésticos eficientes:
Lavavajillas
Un lavavajillas eficiente consume de media un 30% menos de electricidad que un modelo diez años más antiguo.
Lavadora y secadora
En lo que respecta a las lavadoras, el consumo de los aparatos antiguos y los nuevos eficientes difiere mucho. Así que si tiene un modelo especialmente antiguo en casa, el ahorro es correspondientemente mayor, también en lo que respecta al balance de CO2. Porque cuanto menos energía consume un aparato, menos emisiones de gases de efecto invernadero se producen. Incluso si su electrodoméstico sigue funcionando, debería pensar en sustituirlo. Además de la clase de eficiencia energética, también hay que vigilar el consumo anual de agua.
Sugerencia: ¿Quiere cambiar su lavadora pero no sabe dónde colocar la antigua? Según la Ley de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, los comercios con una superficie de venta de al menos 400 m² están obligados a retirarle su antiguo aparato cuando compre uno nuevo y a deshacerse de él adecuadamente. Esto también se aplica a los minoristas en línea.
Los pequeños electrodomésticos con una longitud de borde no superior a 25 centímetros pueden eliminarse en las tiendas de electricidad con una superficie de venta de 400 metros cuadrados, independientemente de la compra de un aparato nuevo.
Televisor
¿Todavía tiene un viejo televisor de tubo en su salón? Entonces está albergando una verdadera trituradora de energía. Pero también hay grandes diferencias en el consumo energético de los televisores de pantalla plana. A la hora de comprar un televisor, conviene fijarse en la clase de eficiencia energética y en el consumo anual de energía.
Básicamente, cuanto más grande es la pantalla y más amplio el equipo, más electricidad necesita el televisor. Los televisores de pantalla grande e ineficientes con diagonales de pantalla de más de un metro suelen consumir más electricidad a lo largo del año que un frigorífico. Por lo tanto, la clase de eficiencia energética es especialmente importante para los grandes conjuntos si se quiere reducir el consumo de electricidad. Una comparación aún más precisa es el consumo anual de electricidad.
Para diagonales de pantalla de 120 cm o más, debe elegir un televisor de la mejor clase de eficiencia energética disponible. Además, las pantallas de plasma consumen más electricidad que los aparatos con retroiluminación LED.

Ahorro de electricidad en la vida cotidiana: 4 consejos
Haciendo pequeños cambios en su vida cotidiana, puede ahorrar electricidad cada día y proteger el clima evitando las emisiones de CO2.
Sugerencia 1: cambiar a la electricidad verde
Aunque la electricidad verde no le ahorra electricidad directamente, evita grandes cantidades de CO2 y, con el proveedor adecuado, también apoya la transición energética.
Lo bueno: la electricidad verde no es necesariamente más cara que la convencional. En muchas regiones, la factura de la luz es igual o incluso inferior a la del proveedor básico.
Al cambiar a un proveedor de electricidad verde, un hogar medio de tres personas con un consumo de 3.600 kWh evita unos 1.570 kilogramos de CO2 al año. Para secuestrar esa cantidad de CO2, se necesitarían unos 127 árboles.
¿Por qué la electricidad verde produce menos CO2 que la convencional?
La electricidad gris se basa principalmente en combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, y éstos liberan mucho CO2: casi 470 gramos por kilovatio hora. Puede saber cuánto es en su caso a partir de su factura de la luz. Porque allí encontrará al menos información media sobre las emisiones de CO2 de la electricidad suministrada.
Así es como se puede cambiar:
Utilice una calculadora de tarifas para encontrar el proveedor de electricidad ecológica más barato para su consumo. Preste atención a los periodos de contratación, a las garantías de precio y a las bonificaciones de bienvenida que se cobran con el precio de la electricidad. No todas las ofertas son tan baratas como parecen a primera vista.
Con unos pocos clics estará registrado en el nuevo proveedor. El nuevo proveedor de electricidad se encarga de la baja con el antiguo proveedor: no hay vacíos en el suministro.
Tenga cuidado: No toda la electricidad verde es realmente verde. El Sello de Electricidad Verde garantizan que el proveedor promueve la expansión de las energías renovables. Sólo así su dinero aumentará realmente la proporción de electricidad verde en el panorama eléctrico y hará que el suministro de electricidad sea más respetuoso con el clima en general.
Consejo 2: Apagar completamente los dispositivos electrónicos
Se calcula que el funcionamiento en espera de los electrodomésticos genera unos costes de electricidad de unos 4.000 millones de euros anuales en toda España.
Para usted, esto significa que podría ahorrar una media de unos 115 euros en gastos de electricidad y evitar 170 kg de CO2 si apaga correctamente los aparatos eléctricos en lugar de ponerlos simplemente en modo de espera.
Esto es a lo que debes prestar atención:
- Apague bien los aparatos eléctricos después de usarlos: una pequeña lámpara encendida indica el modo de espera o de reposo.
- Desenchufe los cargadores de la toma de corriente después de la carga; de lo contrario, la electricidad suele seguir fluyendo.
- Si tiene varios aparatos, utilice una regleta de enchufes que se pueda apagar y desconecta todos los aparatos de la red eléctrica con un interruptor. El interruptor iluminado de la tira también es un recordatorio visual de que se está consumiendo energía.
- Al comprar un nuevo electrodoméstico, elija uno que se pueda apagar completamente y/o que tenga un modo de ahorro de energía.
- Para identificar el consumo de energía de un aparato, puedes conectar temporalmente un contador de electricidad delante de él.
Consejo 3: prescindir del aire acondicionado
Hay que reconocerlo: Los aires acondicionados pueden ser un verdadero placer en los días de mucho calor. Sin embargo, son perjudiciales para el clima: un aparato de aire acondicionado provoca 56 kilogramos de CO2 si funciona ocho horas durante 30 días al año. Y: los aires acondicionados son auténticos trituradores de electricidad. Puede ahorrar unos 40 euros al año en gastos de electricidad si prescinde del aire acondicionado.
De este modo, podrá mantener la cabeza fría incluso sin aire acondicionado:
- Mantenga las ventanas y las persianas cerradas durante el día; esto evita que entre el aire caliente.
- Utilice el aire más fresco por la noche o por la mañana temprano: Abra las ventanas para que entre aire fresco en la casa.
- Para aumentar el movimiento del aire: Use un ventilador.
- Si aún así quiere comprar un aire acondicionado, la unidad debe estar en la mejor clase de eficiencia energética.
Consejo 4: Utilizar lámparas LED y de bajo consumo
Una forma sencilla de ahorrar mucha electricidad en el hogar es cambiar las lámparas incandescentes o halógenas por lámparas LED o bombillas de bajo consumo. En muchos hogares aún quedan restos latentes, a pesar de que la producción de las antiguas bombillas se ha interrumpido en la UE desde hace años, e incluso algunas tiendas siguen confiando en los nostálgicos de la luz.
Potencial de ahorro: si sustituye diez lámparas de 60 vatios en su hogar por lámparas LED, reducirá su consumo de electricidad en 520 kWh al año y ahorrará 165 euros en costes de electricidad, con costes de LED de sólo 20 a 50 euros.
Además, se evitan 245 kilogramos de CO2 al reducirse el consumo de electricidad. E incluso en comparación con la lámpara de bajo consumo, el LED va por delante: una sola luminaria LED ahorra costes de electricidad de algo menos de 2 euros al año y evita unos 3 kilogramos de CO2.
Factor de coste: las luminarias LED son más caras que las bombillas convencionales o las lámparas de bajo consumo.
Por otro lado, los costes de electricidad son menores y tienen una vida útil mucho más larga: una lámpara incandescente dura unas 1.000 horas de funcionamiento (aproximadamente un año), una lámpara de bajo consumo unas 8.000 y una lámpara LED hasta 15.000 horas de funcionamiento.
Consejos y trucos para cambiar a las lámparas LED:
- Si no quiere sustituir todas las lámparas, al menos debería optar por luminarias de bajo consumo en las habitaciones que están muy iluminadas; por ejemplo, en el despacho o el salón.
- Las lámparas de bajo consumo deben tratarse como residuos peligrosos debido a la pequeña cantidad de mercurio que contienen y deben eliminarse como tales. Esto puede hacerse, por ejemplo, en la mayoría de los puntos de venta, como farmacias y grandes supermercados, de forma gratuita, por supuesto. Los LED no contienen mercurio.
- Preste atención a la temperatura de la luz deseada: cuanto más alto sea el valor Kelvin indicado, más fría y azul será la luz. Regla general: la luz blanca cálida está en el rango de Kelvin de 1.000 a 3.000 (normalmente 2.700).
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